Te has preguntado, alguna vez, por qué la profesora ó profesor se torna tan insistente y te martiriza con tantos nombres curiosos, pero extraños a la vez, cuando intenta que recuerdes y relaciones el famoso hueso Temporal...
¿No sería más fácil pasar directo a la boca sin tener que mirar tantos huesos? ¿Por qué es demasiado grande la necesidad de estudiar este hueso y por qué resulta siendo tan importante en la estomatología?
Aquí van sólo cuatro buenas razones para recordarlo...
1. La porción escamosa forma gran parte de la Fosa Temporal, en la que encontramos al MÚSCULO TEMPORAL en todo su esplendor, siempre acompañado de su VAN Temporal Profundo Anterior, Medio y Posterior. Este músculo es un elevador y retractor potente de la mandíbula.
2. El borde inferior de la Apófisis Cigomática sirve de inserción al
MÚSCULO MASETERO, músculo elevador de la mandíbula.
3. La base de la Apófisis Cigomática presenta dos raíces: Una raíz Transversal, ó Cóndilo del Temporal y una raíz Longitudinal que se pierde hacia atrás. Entre ellas se encuentra una fosa llamada CAVIDAD GLENOIDEA que aloja al cóndilo de la mandíbula para formar la famosa ARTICULACIÓN TEMPOROMANDIBULAR (A.T.M.). Detrás de la fosa, se ubica la Cisura de Glasser o Sutura Petroescamosa (unión entre las porciones petrosa y escamosa del Temporal). Esta cisura divide a la cavidad glenoidea en dos porciones. Sólo la porción anterior pertenece a la A.T.M.
4. La porción petrosa del hueso Temporal presenta, en su cara anterosuperior, la Fosita Oval para el Ganglio nervioso de Gasser ó Semilunar, punto inicial de las ramas terminales del nervio Trigémino (V Par Craneal).
¿¿¿¿Entonces???? Sí que era importante. Éstas son cuatro de las tantas maravillas que alberga este hueso... Ahora, a leer!!!!